Permiso, permítanme inaugurarme como obra en construcción

Yo fui un baldío, una montaña de ripio, una sombrita, y ahora soy, ante todo, una mezcla: tres de cemento, dos de miedo y otra de risa. He afanado de aquí y de allá.

Se ha aglutinado todo con el vino de este oasis siempreterno. Soy primero un pozo, una moto 125 y una anchada. La palmera de dos brazos, yo soy de acá, mis cimientos distribuyen sus fuerzas entre Rivadavia y Zonda. Mis columnas corintias, con sus hojas de acanto, fueron encofrados de mis amores y llenas de amigos.

Muchas veces me pregunto ¿qué estamos haciendo acá? y poso como que está todo bien. Me siento la mochila de barbie en la espalda del pichi, puro chicoteo.

Hoy que tiramos la losa y comemo asado, festejemos como sábado, nos comamos el flete.

Rrrripio ri piola mi vida, aburguesada, que quizás lava su conciencia con intervenciones de este color.

Sombra, tierra tostada, yo le pondría, loma de las tapias o camino a maradona. Ta para una coquita. Ya perdimos el casco, se nos fue la carretilla, y nos replanteamos, nos revocamos y nos re cagamos en todo.

No cambia nada estar un poco sucio, si mi cabeza es eficaz. No tenemo una llana y ya no se cual es cual, la de arena y la de cal.